La búsqueda de una solución al problema de rehabilitación de pacientes parapléjicos lo llevó a tomar un concepto presente en la naturaleza, como es el esqueleto externo que soporta el cuerpo de los insectos. Hoy su solución es una parada obligada entre los investigadores de este campo de la medicina internacional.
Hace algunos años, el diseñador industrial Álvaro Hurtado se percató de una necesidad insatisfecha en la rehabilitación de pacientes con paraplejia o dificultades motoras en sus extremidades inferiores, como era la inexistencia de dispositivos que les permitieran caminar.
Este vacío lo llevó a interesarse en desarrollar tecnologías destinadas a mejorar la calidad de vida de estas personas. “Por inquietud propia y mi profesión siempre estoy buscando desarrollar nuevos proyectos que respondan a distintas problemáticas y dentro de esta búsqueda me di cuenta que las soluciones existentes para ayudar a personas parapléjicas no responden correctamente a las necesidades ni aspiraciones de ellas, entendiendo que la mayor necesidad y aspiración es volver a caminar”, dice el inventor.
Para encontrar la solución se acercó a kinesiólogos y médicos para conocer su opinión respecto de los cuidados que necesita una persona parapléjica, de manera de tener una visión de las necesidades terapéuticas de la persona. También conversó con pacientes con paraplejia para saber cuáles eran sus dificultades diarias y mayores necesidades.
Con todos estos antecedentes en la mano se abocó a buscar una solución al problema y la respuesta vino desde la naturaleza, pues tomó como concepto base la estructura exterior de los insectos, los que no tienen el soporte de su cuerpo en el interior de sus organismos, sino que en el exterior. De allí surgió el diseño de su exoesqueleto, el cual quiso proteger bajo una patente de invención.
En este punto, el diseñador reflexiona sobre el aporte que la propiedad intelectual puede ofrecer para crear un entorno más amable para las personas con discapacidad. “Su función es proteger las creaciones del hombre para que no sean mal empleadas o copiadas. Pero dentro de estas funciones, también está organizar todo este nuevo conocimiento que se genera día a día y ponerlo a disposición de la humanidad. Es acá donde la propiedad industrial puede jugar un rol muy importante, ya que al difundir todo este nuevo material estará potenciando dichas áreas y motivará a más personas a generar cosas que mejoren la calidad de vida de todos”.
El interés por este avance chileno ha dado que hablar en todo el mundo científico internacional y en la actualidad en varias zonas del mundo se están realizando proyectos de estudio para el desarrollo de exoesqueletos electrónicos, como el presentado en la ceremonia de inauguración del Mundial de Fútbol Brasil 2014. “Yo diseñé un sistema de bajo costo pensando en el mercado nacional, que no necesitara de alguien capacitado para su mantención en el largo plazo y que fuera sencillo, como una bicicleta”.
Asimismo, el profesional añade que “no todos los creadores nacionales tienen que tener todo tan bien definido y deben saber que hay distintas herramientas con las que se puede trabajar. Por lo tanto, la protección es clave para poder dar a conocer estos proyectos, los que van a tener un buen destino en la medida que sean protegidos y se les dé un valor agregado. La creatividad tiene un crecimiento exponencial, sólo hay que darle la dirección correcta”.