Con desperdicio lácteo obtendrán más de 200 toneladas de plástico biodegradable
Con el aprovechamiento del suero de leche, un subproducto de la industria láctea, Hazael Pinto Piña y Álvaro Rodríguez Sánchez, de la empresa Desarrolladora de Soluciones Sustentables, buscan producir plástico biodegradable.
Después de cuatro años de trabajo, actualmente el proyecto se encuentra a un paso de producir ácido láctico, el principal insumo para la creación de plástico PLA (ácido polilactico cuyo principal fabricante a nivel mundial es Nature works).
Cuando iniciamos el proyecto nos dimos cuenta que no había ácido láctico en México y si queríamos ser productores de PLA, teníamos que asegurar el abastecimiento de este material porque importarlo nos elevaría los costos y eso nos dejaba fuera del mercado.
Ahí, nos enfocamos a obtener el ácido láctico; ahora utilizamos el lacto-suero, la lactosa, y la transformamos a través de un proceso de fermentación después la purificamos y finalmente el ácido puro lo polimerizamos y generamos la resina con las condiciones que el mercado nos demanda, explicó Pinto Piña. Contamos con una planta piloto enfocada a la producción de ácido láctico que tendrá un punto de producción de 300 toneladas anuales de este insumo.
Ahí no vamos a producir nada de plástico todavía pero esa cantidad de ácido láctico nos puede ayudar a crear de 200 a 250 toneladas de plástico biodegradable al año, detalló Rodríguez Sánchez.
Actualmente el precio de la resina de PLA tiene un costo que oscila entre los 35 y 40 pesos por kilo, mientras la resina tradicional se cotiza entre 20 y 22 pesos, por lo cual es fundamental el desarrollo de la tecnología que puede asegurar un insumo más competitivo en el mercado del plástico.
Hay un margen considerable y sobre todo en una industria que compites por precios, te deja prácticamente fuera, no te deja competir por más biodegradable que sea porque cualquier empresa lo que busca es reducir costos. Con el aprovechamiento del lacto-suero de leche, el cual es considerado como un desecho en la industria láctea, también se logran beneficios al medio ambiente ya que cada mil litros desechados de este líquido equivalen a las aguas negras que producen 450 personas.
El proyecto, que cuenta con dos patentes, obtuvo el Premio Santander a la Innovación en 2009 así como el apoyo del Programa InnovaPyme de Conacyt y del Fondo de Innovación del estado de Nuevo León.
Esa primera etapa fue fundamental para nosotros porque, además del estímulo económico que nos permitió acceder a equipo, a conocimiento, nos ayudó adquirir conocimiento técnico, de inversión, de manejo de fondo, de recursos, de optimización de personal, señaló Hazael Pinto. ecoticias.com
Subdepartamento de Inteligencia Comercial