Colorante del licopeno del tomate
Esto permite a las empresas fabricantes emplear un colorante natural y vegetariano, que sigue la tendencia a evitar colorantes artificiales, estrategia seguida por numerosas empresas alimentarias que están reformulando sus productos para introducir en su composición aditivos naturales.
El surimi es un producto alimentario muy popular en países asiáticos y en Estados Unidos.Alrededor de tres millones de toneladas, entre el 2 y 3% del total, del suministro global de productos de la pesca se emplea en la producción de surimi y derivados. Su color y textura son a menudo idénticos a la carne de cangrejo, langosta u otros crustáceos.
El colorante habitualmente empleado en surimi es carmín, extraído del insecto cochinilla. La aversión de los consumidores y la creciente preocupación sobre posibles alergias, ha hecho que este colorante sea poco deseable por las industrias procesadoras de alimentos, que desde hacía tiempo, buscaban una solución para sustituir al carmín.
La empresa detectó un gap en la industria: era necesaria una solución natural y segura para el característico color rojo vivo del surimi. De este modo, desarrolló una formulación innovadora basada en el licopeno del tomate que mantiene una perfecta estabilidad durante el proceso de producción de surimi, así como la vida útil del producto.
Este colorante natural permite a los fabricantes de alimentos y bebidas conseguir el color exacto que desean sin comprometer sabor o estabilidad del producto, ni tampoco experimentar migraciones o cambios de color que otros colorantes naturales suelen mostrar.
El colorante carmín es frecuentemente mezclado con paprika para conseguir la tonalidad de color rojo deseada, según el mercado o producto al que va destinado. Este nuevo colorante también puede mezclarse con otros colores lo que permite a los fabricantes gran flexibilidad en la consecución de los tonos deseados. opti.org
Subdepartamento de Inteligencia Comercial