Marianela Sanhueza: “Avenida Alemania se ha transformado en un gran polo de desarrollo y esparcimiento”
Luego de egresar en 2009, Marcela tuvo la oportunidad de decidir qué hacer con su nueva vida: buscar trabajo o vivir la experiencia de lo desconocido. En 2010 viaja a Canadá, allá descubre un nuevo mundo, tiene la oportunidad de estudiar, trabajar y rodearse de nuevas amistades.
¿Por qué estudiaste en Temuco?
Fue mi opción estudiar acá, mi familia se encuentra en la ciudad y estudiar fuera significaba gastos extras innecesarios si la carrera se encontraba en Temuco, también, mis amistades y todo mi entorno afectivo se encontraba en Temuco.
¿Qué recuerdos tienes de tu vida universitaria?
¡La mejor! Conocí personas increíbles, amistades que conservo hasta el día de hoy. Los trasnoches, las risas, el estrés y como olvidar un trabajo documental del año 2008 realizado con mis compañeros de carrera, en fin mil cosas vividas. La calidad humana de los docentes de la Carrera de Periodismo y sobre todo la unión como curso de mi generación periodismo 05.
¿Por qué decides emigrar a Canadá?
La idea surgió el año 2009, mi hermana es residente hace más de 5 años y me propuso la idea de ir por un tiempo a estudiar, eso en una primera instancia. El 2010 la embajada de Canadá publicó un programa llamado Internacional Experience para chilenos/as entre 18 y 35 años que estaban estudiando o que ya hayan egresado de sus respectivas carreras, quienes podían ser favorecidos con una visa de trabajo por un año, además de estudiar por seis meses como máximo. Postulé en el mes de mayo del año pasado y ya en Julio estaba viajando rumbo a Canadá, con expectativas y objetivos por cumplir, wow! eso hace un año, parece mentira cómo pasa el tiempo.
¿Cuéntanos sobre tu estadía en Canadá?
Estuve un año, en la provincia de Quebec específicamente en la ciudad de Saint Jerome. Trabajé hasta dos semanas antes de regresarme a Chile, aproveché el tiempo al máximo, ese era uno de los objetivos principales. La vida laboral en Canadá es muy distinta a Chile eso fue una de las cosas que más me impresionó, sólo se trabajan 8 horas diarias y lo adicional se cuenta como hora extra, el sueldo es semanal o quincenal y la mano de obra se paga por hora. Durante el tiempo que estuve allá destaco que conocí personas de una calidad humana impresionante quienes me prestaron su ayuda desinteresadamente, personas con las cuales mantengo contacto hasta el día de hoy.
La experiencia de vivir en Canadá ¿motivó algunos cambios en tu vida a tu regreso?
Si de todas maneras. El vivir otra realidad, lejos del entorno al que se está acostumbrada, amigos, familia y seres queridos me sirvió para crecer como persona, madurar, ser más independiente y autónoma. Fue una experiencia totalmente enriquecedora, tanto en el sentido personal como profesional. Sin duda es una experiencia que hay que vivir al menos una vez en la vida y que provocó un cambio en mí, por algo he vuelto a estudiar.
¿Cuándo vivías en Temuco o ahora que estás de regreso, cuál fue o es tu lugar favorito en la ciudad?
Sin duda es el museo ferroviario Pablo Neruda, lugar donde se encuentra una parte de nuestra historia regional y nacional, cuantas historias y anécdotas inmersas en esos silenciosos vagones, locomotoras y coches ferroviarios. La sensación al visitar la casa de máquinas para mi es sumergirse en el pasado, ¡sin duda mi preferido!