Cuatro  empresas que cuentan con certificaciones que acreditan la calidad de sus procesos y productos, fueron las protagonistas del pabellón de Chile en Biofach, que se realizó entre el 10 y 13 de febrero y donde Chile vuelve a estar presente.

Las empresas presentes en el pabellón de Chile mostraron su oferta en vinos, jugos y frutos secos orgánicos. Estas también cuentan con otras certificaciones tales como Comercio Justo, lo que asegura la entrega de productos y servicios preocupados por el medio ambiente, con condiciones laborales óptimas y que contribuyen a un desarrollo sostenible.

“Ha sido una muy buena experiencia el haber podido participar en esta feria. Pudimos demostrar que Chile se preocupa por tener productos orgánicos y respetuosos con el medio ambiente”, destacó la agregada comercial de ProChile en Alemania, Bettina Stengel.

La representante agregó que en 2015, las exportaciones chilenas de productos orgánicos al mundo sumaron US$212,7 millones, experimentando un crecimiento del 4% con respecto al 2014. Los principales productos enviados por Chile al mundo en esta categoría fueron berries, tanto en formato fresco como congelado, exportando en su conjunto más de US$ 110,4 millones, experimentando un crecimiento de un 27% con respecto a 2014, destacan frambuesas, arándanos, moras y frutillas. “Las exportaciones de berries representan el 52% de las exportaciones de alimentos orgánicos de Chile”, puntualizó Stengel.

En cuanto a los mercados, si bien Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones orgánicas chilenas, le siguen en importancia Holanda, con envíos por US$ 9,5 millones y España, con US$ 7,3 millones. “Esto demuestra la importancia y el valor que tienen los productos orgánicos en Europa, donde hay consumidores que están cada día más informados y los prefieren”, señaló la agregada comercial de Chile en Alemania.

Sustentabilidad y alimentos orgánicos en Chile

La industria de alimentos en Chile ha trabajado fuertemente para mejorar su desempeño social y medioambiental. Compañías y trabajadores han hecho compromisos para mejorar las condiciones, procesos y productos.

Por ejemplo, nuestras industrias agrícolas, de frutas y vegetales, y las de vinos y licores, han implementado iniciativas relacionadas con las comunidades, el uso de la energía, el manejo de desechos, o el cambio climático entre otros con el fin de garantizar que atienden las demandas de los mercados internacionales y de los consumidores alrededor del mundo.

La producción orgánica chilena se desarrolla bajo un marco regulatorio desde el 2006, siendo el Servicio Agrícola y Ganadero de Chile la autoridad competente en su certificación. De esta manera, Chile provee al mundo de alimentos orgánicos provenientes de sistemas holísticos de gestión en el ámbito agrícola, pecuario o forestal, que fomentan y mejoran tanto la salud del agroecosistema como también la biodiversidad, los ciclos biológicos y la actividad biológica del suelo.