“Universitarios con estilos de vida diversos, en una ciudad única”

Publicada el 31 Ago 2011

En TemucoUniverciudad nos interesa conocer la opinión de quienes hacen a diario su vida en torno a sus estudios y las bondades de la ciudad. Es por esto que preguntamos a universitarios de distintas casas de estudio qué opinan sobre la ciudad y qué características de Temuco son las que les permiten continuar con un ritmo de vida acorde a sus necesidades.

 

En esta búsqueda de respuestas y opiniones conocimos a Constanze Hoppe, alumna de Medicina quien nos cedió unos minutos para contarnos por qué le agrada Temuco para vivir y estudiar.”Contar con universidades de alto prestigio nacional es un privilegio que no todas las ciudades tienen y para mi fue fundamental a la hora de elegir donde estudiar. Por otra parte, en Temuco está mi vida entera, mis amigos, familia, es una ciudad que me permite compatibilizar los estudios con el gimnasio, mis hobbies y distintas actividades, soy muy proactiva y me encanta tener el tiempo para hacer algo más que sólo estudiar”.
Desde la Universidad de La Frontera y al terminar uno de los cursos que forman su carrera de Contador Público y Auditor, Natalia Campos nos cuenta por qué decidió estudiar en Temuco y no formarse en otras ciudades o en el extranjero. “He tenido la oportunidad de vivir en varias ciudades del país por el trabajo de mis padres y además estuve un año viviendo y estudiando en Estados Unidos, por lo que conozco a ciencia cierta la calidad de la educación en ciudades distintas y en ese aspecto, Temuco no tiene nada que envidiarle al resto, contamos con excelentes profesionales y una gran oferta académica. Estoy segura de que tenemos grandes talentos y eso se refleja en que desde acá siempre se están haciendo cosas nuevas, se está emprendiendo e innovando”.
Para Nicole Salgado, estudiante de Educación Diferencial en la Universidad Católica de Temuco, el contar con una universidad tradicional que forma profesionales con valores cristianos fue el motivo por el cual decidió estudiar en Temuco y no emigrar. “Siempre tuve la oportunidad de estudiar en otras ciudades, sobre todo en Valdivia que tiene una marcada historia universitaria, sin embargo acá está todo lo que necesito, una formación valórica en casa y en la universidad, el calor del hogar y las personas que amo. Por ejemplo, a diario puedo ir a clases y volver a almorzar a casa o tomar once con mi familia, por lo que creo que para quienes vivimos en la ciudad eso es una gran oportunidad. Otro cuento, es el que viven quienes están en pensión o arriendan, ellos también pueden ir a casa, pero no es lo mismo que estar con la familia”.
Cuando la familia está lejosLa población universitaria de Temuco se compone de estudiantes provenientes de distintas regiones y comunas, los que conforman cerca del 40% de la población universitaria total. En el caso de los universitarios de comunas aledañas es interesante considerar que hay dos subgrupos: los que optan por viajar y los que abandonan su comuna y se internan en la ciudad.

 

Precisamente a este último subgrupo pertenece Carla Quezada, estudiante de Kinesiología en la Universidad Santo Tomás. Ella es una entre muchas y muchos estudiantes que optó por abandonar su ciudad natal y hacer su vida universitaria con residencia fija en Temuco. “Soy de Carahue y opté vivir acá para evitar el tedio y cansancio del viajar todos los días. Temuco me gusta para vivir, sobre todo por su amplia oferta de esparcimiento. Las horas de clases de pronto pueden ser muy pesadas y es necesario relajarse o cambiar de ambiente. Otra característica que para mi es muy importante es la centralidad de la capital regional, que convierte a la ciudad en una especie de  punto cero en la región, desde acá es posible tomar una bus a cualquier parte de la región y eso me encanta, el poder en un día de estrés estar en poco tiempo cerca del mar, un lago o visitar a mi familia”.
Diferente es la vida que lleva Jéssica Riveros Paillacar oriunda de Puerto Aysén y estudiante de Pedagogía en Inglés de la Universidad Autónoma de Chile. Jéssica lleva más de dos años en Temuco y pese a extrañar mucho su ciudad de origen y aún más a su familia, señala que le agrada vivir en Temuco y que el gran plus de esta ciudad es un variada oferta para estudiar y vivir (primavera2011) . “Hay dos características que rescato de esta ciudad, lo primero es la calidad de la educación a nivel universitario y la posibilidad que ciertas universidades entregan de poder matricularse desde otra ciudad. Lo otro es que he notado que hay una gran oferta de lugares en donde vivir y a precios variados, creo que esta ciudad es una que se acomoda al bolsillo de quienes estudiamos. En mi caso yo opté por no vivir sola y  así  evitar el cambio brusco de una ciudad a otra, sobre todo en cuanto a extrañar todo lo que amo de mi ciudad y mi familia”.
Estudio, trabajo, pareja, hijos todo en unoPara algunos la vida universitaria es la mejor etapa de la vida, un mundo nuevo por explorar y descubrir; para otros un “carrete” constante y la posibilidad de libertad. Asimismo, existe un porcentaje de estdudiantes  que viven con grandes responsabilidades y expectativas.
“Yo costeo mis estudios”, nos cuenta Christopher Geiser, alumno de Ingeniería en Informática en la Universidad Tecnológica de Chile Inacap, “estudio de noche, trabajo de día y me las arreglo para sacar adelante una microempresa que formé con unos amigos”. Christopher también nos cuenta que está de novio y con muchos planes para tener la familia que siempre ha deseado. “Quiero llegar a tener una buena solvencia económica, entonces la oportunidad de estudiar, trabajar y tener mi propio cuento va de la mano con mis expectativas. El área a la que me dedico es la tecnología, un área en la que Temuco la lleva y es potente, en esta ciudad hay varias empresas haciendo cosas innovadoras y entretenidas y eso me encanta porque motiva a otros y a mi a seguir adelante”.
Algo más ajetreada aún es la vida que lleva Nataly Cabezas, alumna de Pedagogía en Inglés en la Universidad Autónoma. Nataly no esperó para ver consolidados sus sueños, ella se lanzó con todo para conseguir al mismo tiempo amor, hijos, estudio y trabajo, situación que la ha llevado a convertirse en una mujer de horarios programados con antelación. “Para mi el día debería tener más horas, pero al menos me las ingenio para responderle a mi hijo de un añito, a mi esposo, al trabajo, carrera y labores de dueña de casa. Creo que si viviera en otra ciudad, Santiago por ejemplo, sería más complicado. Acá los trayectos y desplazamientos son relativamente cortos, hay buena locomoción, jardines infantiles, farmacias… y gracias a eso alcanzo a hacer todo lo que quiero, me va bien en mis estudios, puedo compatibilizar todo con mi esposo e  incluso darme un tiempito para clases de danza y ejercicio”.(primavera2011)

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